Vengo triste. Una vez más, el futuro no es como decían. Las palabras fluyeron a trompicones para decir que no, otra vez no. No hay nada para mí. No hay aquí, ni allí, ni acullá. Ni se piensa que habrá. Sentir un vacío es una expresión que se queda corta. Nudos atacando mi aorta es más acertado. Quiero trabajar. Quiero un pico, una pala, tierra para remover. No exijo dinero. Ni siquiera un gesto de cariño o de agradecimiento... Veo un futuro detrás de un mostrador marmóreo y con un reparto de alcohol. Veo masas redondas de levadura, agua, harina y queso, mucho queso. Me preocupa ese futuro que jamás me prometieron. Me preocupan los nudos, que, hace 10 minutos, no estaban. Me preocupa "rejaillir le feu" y que la insensatez infantil me persiga otra vez. Me preocupa haber dejado Granada para vivir atrapada en una burbuja con formas oblicuas. Me preocupa amar sin cabeza, pies ni corazón. Amar sin manos, sin ojos y sin edad. Seguir amándole y preguntarme a todas horas por qué. Y todo gira en torno a él.
Soy Imbécil.
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CAWENSANPÉO, YA TAMOS ALEGRÁNDONOS
Que tás aquí!! Que podemos departamentear y descubrir noticias de burros zamorano-leonses! Arriba esos ánimos, cojón!
Besinos, preciosa!