Recuperada como estoy del trance de ayer, cuando mi último relato causó pavor entre mis allegados y distensiones múltiples de neuronas... Lo cierto es que estoy dejando de lado este blog y no me gusta. Por lo tanto, entre la maraña de cena que abarrota mis entrañas y entre el orujo de 90 grados que me ha sacado en un "mano a mano" que tanto le gusta al padre de mi novio, lo cierto es que prometo hacer un post extraño (cuando menos) Hago un llamamiento a las personas que son agasajadas con un trabajo de creación propia. Les quiero decir, por favor, que muestren cierta emoción al recibir el motivo de alegría ajena puesto que, de lo contrario, pueden causar profundas depresiones. No es agradable estar escribiendo durante cuatro horas y media seguidas un relato para que te digan, con voz tétrica, "creo que Teal'c, realmente no habría dicho que no habla" Es una jodienda. Por otro lado, quiero decir a los fabricantes de orujo que los adoro. Sobre todo a los caseros, puesto que, de lo contrario, ahora mismo estaría por ahí en cualquier garito, pagando un pastón por un cubata mientras que, en estos momentos, mi moña supera los límites de lo normal y me encuentro calentita en casa escribiendo estas gilipolleces. Por último, dar las gracias a esa maraña de escritores de divulgación científica-histórica o lo que sea. Gracias Punset por su aparición el otro día en Bf, gracias al escritor de "Una breve historia de casi todo" (del que ahora no recuerdo el nombre y los efluvios alcohólicos no me permiten buscarlo en el Google) Cuando yo sea historiadora (de aquí a unos meses) quiero ser como ellos... Y gracias a mí por aguantarme a mí misma, y a la santísima trinidad, y a la vírgen de los desamparados y... Dios... Déjalo ya, Nati, que acabarás mal (mi otro yo me persigue) Bueno, pues lo dicho, a disfrutar del fin de semana y del puente. Mientras quede orujo y un suegro que te lo ofrezca, seremos felices.
|