Ya estoy aquí, he vuelto a la vida más o menos normal, han quedado atrás las vacaciones, esa mereth de Talavera, ese café del Starbucks en Madrid y esa mágica Cuenca. Ahora Logroño me mira y yo le miro con los ojos cruzados porque sé que el martes estaré en Gijón, en Oviedo, en las clases y todo volverá a ser como antes porque nada quedará de las vacaciones excepto los recuerdos los nuevos amigos cibernéticos y las fotos olvidadas en alguna sucia carpeta infestada de virus de mi ordenador. Aunque estoy feliz, otra vez repetiremos el viaje y volverá la magia, mientras tanto, debemos prepararnos para afrontar la rutina. Natalia. PD. Seguiré contando en cuanto borre los 94 mensajes nuevos del email. |