Aquí estoy, días después, sin nada que llevarme al blog y desesperada porque mi buen amigo Luis (clasificado como compañero de clase en el messenger) se queja de que no actualizo. ¿Qué contar? La verdad es que no mucho, la vida transcurre aburrida por ahora, la vuelta a las clases no ha causado entusiasmo en mí y eso que la mayoría las he pirado (¿o será ese el motivo de mi desentusiasmo?) Ese aprobado raspado en Paleografía no ha hecho más que acrecentar mi miedo a acabar la carrera, a verme en un mercado laboral inexistente prácticamente en mi comunidad, incluso en España... ¿estaré suficientemente preparada? No lo sé, a veces me acosan sentimientos de ánimo en plan "lo hago bien, tendré trabajo de lo mío" pero las más de las veces no es así, pienso en Veranes, en Ulaca, en Hornillos, en todos esos sitios en los que trabajé de forma gratuita para formarme, veo que me encantan, que son mi sueño, pero los encuentro lejanos, distantes miles de millones de galaxias más allá de mis posibilidades. Necesito apoyo y lo tengo, pero tan solo me gusta lo mío, no me gusta la enseñanza, no me gusta la biblioteconomía ni la museología, no me gusta NADA excepto, claro está, la arqueología... Espero tan solo que este proceso de nihilismo absoluto pase pronto, sobre todo por la semana que viene que pasaré en Logroño con demasiado tiempo libre para escribir en el blog (y es que no quiero que piense la gente que soy una "buburrida", como diría mi enano, pero es la verdad, la vida es una mierda) PD. Aunque siempre quedará gente como Luis para recordarnos nuestra obligación de continuar con lo iniciado, para recordarnos esa botella de Siglo que será vinagre y que aún sigue en el armario porque es para él y nadie la va a abrir... Gracias por estar ahí, Luis. |