Hoy estoy pidiona. Necesito un favor ultraterreno, pero soy agnóstica.
Mañana se reunirá la comisión que va a decidir si joderme el futuro y hacerme ser camarera o dejarme paso libre a la arqueología.
Todo empezó cuando Juana (la loca) decidió suspenderme sin tener motivos para ello. Habían corrido dos convocatorias y todo me impide presentarme en septiembre. Debo repetir.
Pero no iba a dejarme ganar así como así ni joderme el futuro (claramente, es joderme el futuro, un año con una asignatura es la muerte) Pedí una comisión para que leyese el examen y valorase si merezco o no el aprobado.
Rezad por mí. La prueba es difícil y mi vida depende de ello. Quienes vísteis en mí a una gran arqueóloga y sois creyentes, rezad por mí. Quienes no me aguantáis y queréis que me vaya de Gijón a hacer el máster, rezad por mí. Quienes queréis que vaya a veros a Madrid, o a Huelva, o a Granada, o a Santiago, rezad por mí. Porque yo sigo siendo agnóstica y hoy es un mal día para no creer...
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