El otoño se acerca con muy poco ruido: apagadas cigarras, unos grillos apenas, defienden el reducto de un verano obstinado en perpetuarse, cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
Se diría que aquí no pasa nada, pero un silencio súbito ilumina el prodigio: ha pasado un ángel que se llamaba luz, fuego o vida.
Y lo perdimos para siempre.
Ángel González.
El poeta asturiano Ángel González falleció anoche a la edad de 82 años tras sufrir una crisis respiratoria. (ya.com)
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