Arráncame la piel a tiras llévate mi cuerpo atado a carros de caballos que lo arrastren por toda la región. Deshazme en el potro de tortura y humíllame públicamente cuando quieras. Usa instrumentos, el tuyo, el mío heridos en batalla y desliza tu odio sobre mí. Olvídate de quién soy y no me llames, ni me hables, ni menciones mi nombre, no soy digna de que entres en mi casa y una palabra tuya no bastará para sanarme. No me mires ni dejes caer las pestañas mientras oyes palabras hipócritas de bondad. Eres un súcubo disfrazado de persona, un demonio de barba larga escondido detrás de una amable personalidad para todos. menos para mí todo es incógnita. Todo menos el licor. |